Vos y las estrellas.
Parte 2.
- Dale Pau, acostate - pedís y mi dolor corporal me obliga a meditar antes de sentarme a tu lado - ¿Esto es muy rústico para vos?
- Para mis extremidades doloridas si - contesto y reís. Te mereces un insulto por insinuar que soy demasiado delicada para esto, pero hoy estoy con ganas de ceder. Murmurás un "flojita" y te golpeó en las costillas levemente una vez que estoy sentada. Y cuando me acuesto, verdaderamente comprendo tu afán por venir acá.
El cielo de un intenso azul esta perfectamente decorado con estrellas, que arbitrariamente ubicadas recorren su totalidad. Algunas centelleando con mayor intensidad, otras con menos, pero formando una imagen que retiene la respiración por su belleza. Pestañeo, una y otra vez; hace mucho que no presto atención al cielo. eso me hace dar cuenta lo ocupada que estuve todo este tiempo que ni siquiera tuve un minuto para mirar hacia arriba y poner la mente en blanco.
Me acerco a tu hombro, para reposar mi cabeza allí y poder observar más cómoda la imagen que decidiste regalarme. Que sepas exactamente lo que me hace falta es curiosamente regocijante. Te tomás la libertad de depositar un beso en mi coronilla y el silencio es un participe más de esta noche hermosa. Pero no de una manera incómoda. sino exactamente necesaria.
Flashback
27 de Septiembre de 2011,
Olivos.
Las miradas van y vienen, las palabras nunca llegan. Nadie dice nada y lo que nunca decimos o no nos animamos a decir, muere en nuestras bocas. Ni siquiera tenemos ganas de un insulto o una tomada de pelo; ni lo que encontrábamos falsamente satisfactorio en humillaciones o peleas alcanza. Creo que implícitamente acordamos un alto al fuego o simplemente nos aburrimos de nosotros mismos o de la idea de los dos haciendo algo. Sin embargo, aún haciendo nada la situación no progresa; el silencio es incómodo y eterno.
Mis zapatillas converse apenas acarician el suelo y camino con gracilidad. Vos, estas un metro atrás de mi sombra, lo que evidencia que vamos a un ritmo completamente diferente; en la vida, pero sin hablar metafóricamente, en la caminata. Te llevo 10 pasos de distancia y cada tanto tengo que detenerme para no alejarnos demasiado.
No entiendo esa obstinación que tiene Florencia en juntarnos cada vez que puede y quiere. Vos y yo simplemente no congeniamos y ahora ni siquiera para detestarnos. Resoplo.
- ¿Podés caminar más rápido Pedro? - pregunto intentando utilizar el tono más neutral que logro reproducir y me fulminás con la mirada. Llevás dos bolsas de carbón en las manos, pero yo tengo la del hielo. Y sos hombre.
- No - y te miro con desaprobación, pero no tengo ganas de pelear y el silencio pegajoso e intenso, vuelve a materializarse entre nosotros.
No entiendo como alguna vez, se me cruzo por la cabeza la posibilidad de estar con vos sobria y puertas afuera de un boliche; no hay química, no hay física, no hay nada. Solo dos entes, caminando por obligación y a destiempo.
Polos opuestos irreconciliables, sin magnetismo ni ley de atracción que valga para que podamos congeniar, al menos en lo social.
Ignoro tu lentitud y tu presencia y avanzo, olvidándome que sos mi compañero de compras y que te voy a dejar muy atrás. Pero no pestañeo más de dos veces; mejor sola que mal acompañada.
Fin flashback.
- ¿No te parece raro estar así? - pregunto con curiosidad; verdaderamente ansío saber tu respuesta. La mayoría de mis recuerdos con vos no son merecedores de ser recordados. Y los que sí, bueno... son muy pocos si consideramos que nos conocemos hace 4 años. Inhalás lentamente.
- ¿Así cómo? - contestás y me muerdo el labio. Me molesta de sobremanera que me contesten con una pregunta. Reacomodo las ideas en mi cabeza, intentando ser más clara y me tomo unos minutos antes de responderte.
- Sin que el silencio sea raro… que sea cómodo entre nosotros - agrego, luego de buscar las palabras que más fielmente me parecieron que representaban a mis sentimientos.
Generalmente lo nuestro no es hablar, pero aparentemente sin prejuicios y apariencias se nos da bien. Pestañeo y una estrella a mi izquierda tintinea incandescentemente, logrando llamar mí atención.
- Sí. pero me da mucha paz - decís y volvés a acariciar mi pelo castaño dulcemente. Decido no agregar nada y dejar fluir este momento de manera natural; a veces las palabras simplemente sobran.
Paz. eso es lo que siento cuando estamos juntos. Paz con todos y conmigo misma (y creeme que este apartado es el más difícil de conseguir). Me cuesta tanto desconectarme de mis cosas, poner un freno y tomarme las cosas con clama; pero vos casi sin proponértelo me hacés olvidar de todo.
No nos reconozco. Quizás siempre fuimos los mismos y nunca nos permitimos ser entre nosotros. Me siento idiota por haberme privado de esto tanto tiempo.
Reprimo un bostezo y caigo en la cuenta de que por primera vez en días experimento sueño y cansancio palpable. Me auto-obligo a mantenerme despierta, pero tus caricias sobre mi pelo no hacen más que incrementar el estado soporífero en el que estoy.
- ¿En qué pensás Pau? - inquirís con voz suave y tu aliento choca contra mi pelo. Me estremezco levemente y vuelvo a la realidad.
- En lo mal que nos llevábamos. - empiezo y vos sonreís. Supongo que mirar atrás y recordarnos es gracioso... Pero es su momento no lo fue - No entiendo como se dio un cambio tan radical.
- Emmm en realidad - haces una pausa- creo que nos atacábamos por miedo a no poder controlar lo que nos pasaba. - contestás - y nos agarrábamos de cualquier excusa para llevarnos peor. Ahora las cosas son distintas.
¿Ah nos pasaba algo? Confirmar que tus sentimientos no eran puras suposiciones y deseos míos es satisfactorio. Ni siquiera atino a reprimir una sonrisa.
- ¿Así que no pensabas que era una modelo superficial y hueca? - inquiero enarcando una ceja. Nunca me lo dijiste directamente... Pero lo diste a entender (obvio para molestarme).
- Chueca sí, hueca no - y sonreímos a la par.
"Ahora las cosas son distintas" y saboreo lo frase antes de remitirme a ella para mi pregunta.
- ¿Y por qué es distinto ahora?
- Porque ya no puedo hacerme más el boludo... y estoy listo para hacerme cargo de lo que me pasa.
De repente, no siento el frío, ni el viento, ni el correr del tiempo. Menos me importa estar violando propiedad privada y que es probable que haya cámaras de seguridad por algún lado. Tus ojos marrones carcomen mis verdes, enfatizando cada una de las palabras que dijiste. Recupero el aliento que perdí (que me robaste, en realidad) y acomodo un mechón tras mi oreja.
- ¿Y que pensás hacer al respecto? - pregunto y sonreís de costado. Fue muy cobarde mi salida, pero es lo único que puedo modular. Que te la juegues por mi es tan inesperado y descolocante que me eriza la piel y me paraliza.
- Invitarte a salir - simplificas y es lo más normal del mundo, pero me cuesta asimilar la idea. Sin embargo... me encanta.
- ¿Esto no cuenta como salida entonces? - inquiero y miro fugazmente a las estrellas.
- No… o sí. Tomalo como la primera parte - y confirmar que esto no es una devolución de favores por haberte escuchado en el jardín hacedos años y meses, me produce una mezcla de alivio, alegría y adrenalina - Todavía falta la mejor parte.
-Gracias por esto. Apareciste en el momento justo - modulo con los ojos brillosos al tiempo que estiro mi cabeza para poder observarte por completo - Me asuste de verdad con lo de Gonza.
- Lo sé... - y rodeás mis hombros con tu brazo izquierdo. Dejo caer un suspiro.
- Y para mí que estés acá conmigo es más importante que cualquier salida - inspiro antes de morderme el labio una vez más y me pierdo en tus ojos - Me diste la paz que necesitaba.
Tu mirada brilla y me doy cuenta que vos y las estrellas, son la receta justa que estoy necesitando. Para ser feliz, para encontrarme. Para descarrilarme un poco y empezar mi propia vía.
- Siempre podés contar conmigo. Te quiero Pau - murmurás y pierdo el registro de mis latidos, por lo rápido que es su ritmo. Oculto mi rostro en tu pecho porque se que mis mejillas probablemente adquirieron un tono carmesí - Y me alegro mucho que te sientas más tranquila. Era la idea.
¡Yo también te quiero! Pero la frase se queda atascada por algún lugar en mi garganta y me odio por eso.
- Todavía no me dijiste a dónde me ibas a invitar - agrego, abandonando mi postura en el piso. Me siento y vuelvo a mirarte.
- Cena para dos... - y te sentás junto a mí - el lugar... Es sorpresa.
-¿Me lo hacés a propósito no? - me quejo, porque sabes que la ansiedad es algo que me supera y que tengo un amor-odio con las sorpresas. Carcajeás - Me encanta la idea - y me acerco lentamente hasta que quedamos a una medida tan corta que es incalculable - Peter.
Reís y se que es mi momento. Y que como soy yo, mis momentos se arruinan; por eso empieza a sonar mi celular estruendosamente, rompiendo el clima y nuestra cercanía. Puteo y no con un tono bajo de voz.
- Papa - murmuro al atender y me encuentro con mi viejo preocupado por mi, porque supuestamente salía a dar una vuelta y pasaron 3 horas y yo todavía no volví ni di señales de vida ¡Buena Pau!
Me despido de Miguel, luego de pedir perdón por mi desaparición no anunciada y prometo volver pronto al hospital; mi mamá quedaría sola allá de otra manera. Me niego absolutamente a la idea.
Te miro con una mueca y vos con la mirada, me pedís que me despreocupe. Acaricio tu rostro por inercia y vos me tomás la mano como señal para que nos levantemos. Odio que seas tan correcto.
- Pedro...
- No importa Pau en serio - me interrumpís y me muerdo el labio. No entendes nada, ¡lento!
- Te quiero - digo, ya sin ataduras, y disfruto cada segundo antes de chocar tus labios y darte ese beso que estamos esperando hace tanto.
Dulce, espontáneo y real.
Estoy cumplidora. Estos dos son DDL con chips y todos los agregados que quieran.
La recepción de este fic es.... no sé, inimaginable supongo. Sabía que era algo copado, pero nunca pensé que iba a gustar tanto. Gracias (:
Que lluevan Pedros aéreos.
PD: Cande, la segunda parte que te debía (:
YA YA YA YA, otro capítulo, osea, no puedo esperar(?) Es una adicción tu nove.
ResponderEliminar@PauliterGS
Aish aish aish. Lo más. Al fin, lo más. Esto de haber demorado mi lectura con los capítulos que me faltaban me benefició lero lero :)
ResponderEliminarMe encanto Luchiiii! Son dos dulces y me copa la historia, mucho. Sos grosa (aunque no te guste Fringe ) jaja
ResponderEliminarOjala todos fueran como vos, Dani <3
EliminarAprendí de la mejor <3 jaja.
EliminarPuajjjjjjj que cursis que son jajaja
EliminarTe cabeeee e e e e eeeee eee e jajajajajaja.
EliminarJajajajaj, vos de envidia que no te enganchaste con Fringito ;)
Eliminar